jueves, 2 de julio de 2009

Cien razones para cambiar nuestra forma de pensar de la genética

En las noticias (lee la noticia completa en Biocompare -en inglés): “Cien razones para cambiar nuestra forma de pensar de la genética“

Durante años, los genes han sido considerados como la única forma en que las características biológicas podían transmitirse a través de generaciones de organismos. Cada vez más, los biólogos descubren que la variación no genética adquirida durante la vida de un organismo algunas veces puede transmitirse a la descendencia, un fenómeno conocido como herencia epigenética… Lo importante ahora es: ¿Con qué frecuencia ocurre? “Los análisis de estos datos muestran que la herencia epigenetica es generalizada…” escriben Eva Jablonka y Gal Raz, ambos de la Universidad de Tel-Aviv en Israel.

Nuestro ambiente influye nuestros pensamientos y deseos, que a su vez influyen nuestro comportamiento y nuestro comportamiento altera los genes de las siguientes generaciones.
Resulta que nuestros pensamientos y deseos moldean a nuestra descendencia y en el transcurso de muchos siglos un ser humano se convierte en la consecuencia, no únicamente de sus genes originales, sino también del modo de vida (pensamientos y deseos) que sus antepasados eligieron para sí mismos.

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